Queridísima Elena,
Ya hace más de tres meses de tu partida a Roma y
el recuerdo de tu ausencia, y el dolor que esta produce, no ha cedido en ningún
momento. Y ahora que tengo un poco más de tiempo puedo, al fin, escribirte
estas líneas que deseaba hacer desde hace mucho y no he podido.
Primero de todo, ya que estamos en Navidad,
desearte unas felices fiestas y un prospero año nuevo y que lo disfrutes cómo y
con quien quieras, sin tener que rendir cuentas a nadie y seas tú misma quien
ponga los limites a tú vida. Tampoco puedo dejar de preguntar por el estado
físico de tu madre. Las últimas nuevas que tengo de ella es que se rompió un
pié y que la visita que tenía previsto hacerte en la capital Italiana estaba
colgando de un hilo. Espero y confío que pudieran hacer ese viaje y pasar
contigo estas fechas tan señaladas. Sea como sea, espero que su estado de salud
esté mejorando cada día.
Ahora, por favor, háblame de ti. ¿Cómo estas
pasando tu estancia por Roma? Espero y confió que todo esté siendo de tu agrado
y que no te pierdas ninguna fiesta ya que en tu respuesta a esta carta espero
que me lo cuentes todo, con pelos y señales, y reitero en todo.
Aquí en Barcelona las fiestas están siendo algo ajetreadas.
Me explico: el día de Noche Buena fue un día cargado de "malas
noticias". Para empezar mi tía está pasando por un leve gripe intestinal y
no ha podido acudir a la comida de Navidad, aunque tanto ayer como hoy hemos
ido a visitarla para saber de su salud y poder pasar, aunque sea poco tiempo
para no agotarla, algo de tiempo con ella. Para mi madre fue un calvario ya que
mi tía es la encargada de organizar la comida del día 25 y tuvo que ser mi
madre quien tendría que tomar las riendas de dicha comida y trasladarlo todo a
palacio. Pero la cosa no termina ahí, por la tarde del día 24 llamaron
anunciándonos que el abuelo de mi prima pequeña había fallecido y tuvimos que
ir al tanatorio para mostrarle nuestros respetos a la familia. Pero estuvimos
poco más de una hora allí, primero de todo por el ambiente tenso que había en
el aire y porque teníamos que regresar rápidamente a casa para preparar la cena
de Noche Buena ya que recibíamos invitados, y ya puedes imaginar de quien...
También ha llegado a mis oídos que por mis
baronías en Aragón hay ciertos problemas en la corte y no hay buenas expectativas,
de momento, para encontrarles solución. Aunque esta historia ya te la contaré
más adelante porque si no me extendería demasiado en esta carta.
Por lo demás todo sigue el camino que había
previsto. Una se va a sus dominios Leones, otra sigue con su esplai y el resto
van por libre y ya puedes deducir por dónde van los tiros y por donde irán.
Por ahora no hay muchas más nuevas, aunque lo que
hay en el tintero no merece ser mencionado ni malgastar litros de tinta para
ser nombrados. Ruego que disculpes mis faltas de ortografía y de léxico, pero
uno no es amante de las letras. Espero y deseo recibir respuesta a esta carta
cuanto antes. Muchos recuerdos y muchos besos, te quiere
Un admirador
25-12-12